
Los aparcamientos de vehículos, ya estén ubicados en espacios exteriores o interiores, tienen el objetivo claro de eliminar los movimientos improductivos dentro del mismo, facilitar el acceso y la búsqueda de plazas libres y favorecer la salida de vehículos en el menor tiempo posible. La persona que está accediendo o saliendo del aparcamiento tiene una percepción del tiempo a menudo distorsionada y puede alterarse con facilidad. Esto incide, de forma directa, en un incremento de las sensaciones negativas en el caso de que el proceso sea dificultoso. Un buen programa de señalética de parking incluye una fase previa de análisis y de conocimiento en profundidad de los procesos de flujo de entrada y de salida de peatones y vehículos. Esto garantizará, posteriormente, a través de la señalética, una movilidad sin incidencias que optimice el tiempo empleado en las maniobras en el parking.
Es también importante contemplar el parking como una extensión de la movilidad en el exterior, ya que están interconectados y se influyen mutuamente.