
Aparte de los viajeros de repetición, que en general tienen un hábito de tránsito fijado y dominan los sistemas de embarque y desembarque del aeropuerto, la mayoría de los viajeros son viajeros ocasionales. Estos viajeros se enfrentan a un espacio desconocido que les genera inseguridad y, por tanto, necesitan encontrarse con una marca consistente y un programa de señalización universal, directo, intuitivo y claro, que reduzca el estrés que les genera el propio espacio y los procesos de embarque y desembarque.